Con el verano, pies y manos salen a la luz. Los pies, escondidos el resto del año, ahora se asoman al exterior desde un calzado más abierto y cómodo con el que combatir las altas temperaturas. Por su parte, las manos son la tarjeta de presentación más importante junto al rostro y, en verano, cobran un protagonismo especial. En ambos casos, no son solo partes del cuerpo más o menos bonitas, sino que cumplen funciones fundamentales en nuestro día a día y necesitan ser cuidadas con especial atención.

Estos cuidados son aún más importantes en épocas como el verano, donde pies y manos están expuestos a distintos factores nocivos que no se dan en otras estaciones del año. Si en invierno el gran enemigo son las bajas temperaturas, en verano debemos tener en cuenta la fuerte radiación solar, la deshidratación por el efecto del sol y del viento, los cambios bruscos de temperatura, el contacto continuado con el agua, la presencia de otros elementos perjudiciales como el cloro de las piscinas, etc.

Por ello, queremos que tengas a mano algunos consejos básicos para mantener a punto la piel de tus pies y tus manos y conserve así toda su juventud:

Para tus manos:

• Higiene. Lávalas con compuestos sin alcohol u otras sustancias que resulten nocivas para la piel, así como el agua excesivamente caliente, y sécalas muy bien después del lavado.
• Guantes. Protege tus manos de muchas sustancias que se emplean a menudo y que irritan la piel, como los detergentes y productos de limpieza.
• Protección solar. Utiliza un protector solar para una exposición continuada al sol, del mismo modo que con el resto de la piel del cuerpo.
• Hidratación. Aplicar de forma regular una crema hidratante. Esta multiplica su efecto si se lleva a cabo después de una exfoliación.
• Circulación. El momento de aplicar una crema puede ser aprovechada0 para realizar un masaje que reactive la circulación de tus manos.

Para tus pies:

• Higiene. Lávalas de forma diaria evitando compuestos con alcohol u otras sustancias que resulten nocivas para la piel, así como el agua excesivamente caliente, y sécalas muy bien después del lavado. La higiene es especialmente importante en los pies para quienes sufren de una excesiva sudoración.
• Calzado. Evita el calzado cerrado y que no transpire. Si piensas utilizar medias o calcetines, mejor de algodón.
• Protección solar. Utiliza un protector solar para una exposición continuada al sol, del mismo modo que con el resto de la piel del cuerpo.
• Hidratación. Es recomendable tenerlos en remojo y el uso de cremas hidratantes. Además, para acabar con las grietas que provocan la excesiva sequedad, utiliza de forma habitual una piedra pómez después del baño.
• Circulación. Para evitar que se inflamen con el calor y la rutina diaria, mejora su circulación con masajes o medias y calcetines compresivos. También puede ser útil caminar regularmente, utilizar un calzado sin tacón y colocar los pies en alto cuando termine el día.

Así que ya sabes: a veces solo es necesario cuidarse, llevar un estilo de vida saludable, evitando aquello que resulta más perjudicial. Además, en Clínica Golden contamos con avanzadas técnicas de Medicina Estética con las que poder revertir los principales signos del deterioro de la piel.

Si necesitáis preguntarnos por algún tratamiento en concreto, no dudéis en llamarnos al 954 41 61 00 o poneros en contacto a través del formulario.